Me visitó el rencor , a hurtadillas , a traición ; en su solapa , seca flor ; en su pecho , anudado a su cuello , un moribundo adiós.
Me sorprendió dormitando en mi sillón , frente a una deshabitada página en blanco por la que una lágrima errante vagaba a lo largo y a lo ancho.
Abrió la ventana para que todo calor se disipara ; y mi compañera , la madrugada , de mi espacio se marchara.
Me dejó con tinta roja , escrita una nota ; en ella , en forma de críptico enigma , el lugar done el olvido pernocta.
LLenó las paredes de entreabiertas jugosas bocas , que como acólitas fieles , siguen devorando instantes.
Manchó , techo y suelo , de mortecino gris ; e inyectó espesa niebla en el ángulo claro de mi existir.
...y la duda en sentimiento transformada...casi sin querer....