En primera persona

Soy como un hacedor de sombras que ni a luz alguna aclama ni a ti nombra.

Voy por la angostura de tu cintura , renuente a todo atisbo de cordura.

Pienso , como místico en postremo rezo , en las ruinas de pronombres personales que atrás dejo.

Nado entre bullentes olas , enaltecidas por recurrentes idas y venidas.

Fagocito sueños estériles que en el corazón y su urdimbre duermen.

Veo la vida como excelsa vigilia que arremete contra torres de somnolecia con mortífero ariete.

Desahucio al vehemente inquilino , que entre las excrecencias del miedo , a mi morada vino.

Existo sin haberlo elegido ;y mi destino será el indefectible olvido.

Vuelo  como alondra aturdida a ras de la vida , encadenada a este recién abortado ahora. 
  

Fraguada melancolía

Gotas de escarcha se pegan a mis entrañas , cuando el Otoño blande afilada hacha.

Colmenas de recuerdos despiertan de sus silencios y serpentean dentro de nubarrones polvorientos.

Hormigas de soledad me anuncian los atardeceres de lluvia que llegarán.

Enjambres de palabras grisáceas poblarán gotas y gotas de tempranas mañanas.

Aluviones de mojadas huellas habitarán en las calles y en sombríos callejones.

Rayos de Sol que aún ciegan y chispean , se esconderán para que mi mirada no los vea.

Humear de fraguada melancolía en el pálido declinar del día.

Hondo sentir de quebradas horas en amarillentos momentos  , como presagio de hirientes colores en  pétalos de secas flores. 

                                                   
                                                                                      
             Quiero pisar hojas doradas hasta Abril.....porque siempre la melancolía aparece a porfía...                     
                                                                                      

                                                                                      



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Disyunciones

O hurgar de nuevo en el vacío en que estás.

O dibujar otra vez  tu triángulo de impudicia , travestido de carnal codicia.

O amurallar en lejano espacio exterior al hijo pródigo del rencor.

O escribir versos enjutos que entre tinieblas de palabras vislumbren tu cuerpo desnudo.

O engalanar con sarpullidos de gozo a la propia piel del luto.

O anestesiar al propio insomnio en el ángulo más oscuro de tu dormitorio.

O tiritar con frío estremecimiento bajo el andamiaje de estridentes silencios.

O encanecer a la memoria cuando se desploman minutos sin pena ni gloria.

O esconder indecisiones al son inmisericorde de no excluyentes disyunciones. 

O besar a la vida cuando se posa en mis labios en forma de multicolor mariposa....