Te forjaste entre calles transitadas de voces oxidadas , de fachadas encaladas , de plomizas tardes de estío , de ilusiones pertrechadas , malgastadas.
Te atrapó el existir en su oquedad y te redimió la imaginación en forma de interior soledad.
Te encerraron con la conciencia dormida , bañada de infancia , en ciudad anodina y rancia.
Entre declinantes objeciones , devoraste años y años , en medio de la introversión y sus aledaños.
Te solazaste en mañanas otoñadas , preñadas de horas rodadas , incendiadas.
Te despertaste de repente en una ciudad de claroscura luz ; y descubriste al persistente y reverberante pronombre Tú.
De entre las manos te me escurriste ; y en la comisura de unos labios rojos te escondiste.
Te momificaste atrapado en un instante , en los mil y un reversos del hoy , del mañana ;y del antes.
Como dos niños sentimos la suavidad del querer , como si fuéramos acariciados por la piel de un blanco armiño.
Como dos niños sentimos la suavidad del querer , como si fuéramos acariciados por la piel de un blanco armiño.
Qué tierno
ResponderEliminarcuánta delicadeza en el despertar
al amor
Nossa!Lindo demais!Bjs e um ótimo domingo.
ResponderEliminarmaravilloso niño que habita en el interior, que esboza una sonrisa y nos hace cómplices de los sueños.
ResponderEliminarGenial Juan......los versos y el video................espero que nunca desaparezca la niña que vive en mi.
Un beso muy cálido.
Atrapado en un instante, ese niño que tenemos todos dentro y que, aun siendo bueno, nos cuesta dejarlo salir.
ResponderEliminarPreicoso escrito Juan,me enternece, un abrazo
ResponderEliminarPreciosas las frases Juan, me recuerda la imagen al libro de El Principito, jeje; me quedo con ésta:
ResponderEliminarDe entre las manos te me escurriste ; y en la comisura de unos labios rojos te escondiste.
Un abrazo amigo.
Ese lindo niño que habita dentro de nosotros y que sin saber cómo lo ocultamos, hay que dejarlo salir para que podamos volver a ser niños, con toda su generosidad y amor. Juan feliz semana, un abrazo
ResponderEliminarNostalgia por la infancia, me ha sucedido. Esa imagen es estupenda para tu entrada. Qué delicia regresar a esos años!
ResponderEliminarSaludos y un placer.
ese niño interior que sigue amamantando el otoño de la vida...
ResponderEliminarDespués de mucho tiempo regreso a tu casa de letras querido Juan y como siempre encuentro excelencia!
Abrazos.
Ese niño que llevamos en nuestro interior no pierde ninguna oportunidad para salir a flote, aunque nos parezca extraño.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dijo AP hay un barco que parte de mí
ResponderEliminary me lleva...
buen poema Juan,
Un besito
¡Hola, Juan!!!
ResponderEliminar¡Deliciosa poesía, amigo! Y es verdad que casi todos llevamos en nuestro interior, ese pequeño diablillo que acariciamos, pero que a veces merecería una buena zurra. Pues si, a veces imaginamos esas voces oxidadas, pintadas de estío, de quimeras malgastadas y, es verdad que atrapan el existir, pero nos eximen en nuestra forma de despoblada soledad. Alimenta nuestro ego y nos baña de infancia en esta vida un tanto rancia… recreando en las mañanas otoñadas y de magia preñadas, esos sentimientos que nos parece… No, que si devoran años en medio de reflexiones que nos hacen despertar descubriendo la clara- oscura luz, más bien clara que oscura y pernoctar felices en el hoy y el mañana, dejando atrás el antes, con la mirada detenida en esos rojos labios. ¡Que hermosa es la vida! Y que necesario es el amor, de todos los colores.
Gracias, por compartir tus deliciosas letras, eres un Poeta Grande. Te dejo mi felicitación y mi admiración siempre.
Un abrazo grandote. Y se muy -muy feliz.
Me encantó, Juan. Un deseo hermoso, sería que aprendamos a dejar fluir a ese niño, Sanarlo y amarlo, por lo que le faltó y dejar salir, toda la inocencia y la alegría que lo caracteriza. Un gran abrazo
ResponderEliminarSomos como arbolitos que una vez toman la fuerza necesaria, olvidan sus raíces sin apercibirse de que son ellas quienes nos sustentan y, en ocasiones, tiran de nosotros hacia esa época infantil a la que sucumbimos de la mano del instante,como en este caso, amoroso.
ResponderEliminarBesos.
Thank you so much for your nice compliment :)
ResponderEliminarEl niño que encuentra el reflejo al que poder dirigirse entre instantes de vida...
ResponderEliminarY el tú se convierte en nosotros...
Besos
Dentro de cada uno siempre debe morar un niño para alimentar los sueños.
ResponderEliminarHola Juan hace tiempo que no pasaba, un placer volver a hacerlo
un abrazo
El interior niño nunca hay que perderlo, sino fortalecerlo, pues es de las cosas más grandes que llevamos dentro. Me ha encantado el primer amor Juan, y todo lo que has escrito. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amigo.
ResponderEliminarLeer las entradas de tu blog me producen desconfianza , melancolía y tristeza, no te veo para nada ilusionado con la relación y tampoco entiendo porque me dedicas tu tiempo el bien más preciado que tenemos. No tengas miedo, la vida hay que vivirla en plenitud con quien tu quieras y decirle a esa persona TE AMO SIN MIEDO.
ResponderEliminarSiempre debemos tener debajo de nuestra piel ese niño que un dìa fuimos.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Por aquí paso de nuevo para ver si nos has dejado letras nuevas. Espero que estés bien Juan, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNos criamos en un sociedad que nos enseña de que manera tenemos que pensar y como debemos actuar, encerrando la ilusión, la facilidad para amar y la imaginación infantil en una cárcel de cristal, pero tenemos que saber abrirla cuando llega el momento de amar.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el poema y como ves me ha hecho reflexionar.
Un saludo desde mi isla