Porque damos la espalda a un fértil presente
en aras de un futuro etéreo , evanescente.
Porque, ebrios de soledad , nos olvidamos de soñar.
Ciegos porque buscamos muletas con las que caminar.
Porque , de tanto no ver el mar , sólo tenemos nuestro desdibujado
rostro en el espejo para mirar.
Ciegos porque convertimos afectos en silencios.
Porque buscamos en la huida, la redentora , la salvífica salida.
Aunque la felicidad , enmascarada , nos acecha ; a nuestros azules momentos prende mecha.
Aunque la felicidad , enmascarada , nos acecha ; a nuestros azules momentos prende mecha.
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