Te encuentro allí , donde la eternidad en forma de negra sombra desescombra el recuerdo de quienes ya no te nombran.
Te siento diáfana , aun en la perentoria existencia que te deja dormir aletargada en el colchón de la conciencia.
Te engalanas de guirnaldas y blanco para desposarte una vez más con el desencanto , mientras resuenan campanas en las tumbas vacías de ignoto camposanto.
Tal vez te eufemizo entre palabras alineadas y su hechizo.
Tal vez el Cielo , declarado en huelga , reivindique tu culpabilidad , mas no redentora inocencia.
Aun dormido , inerte , silente , a la sombra de gris olivo , no me despiertes , tabuizada muerte.
La muerte , eterno tabú del que rehuimos ;y al que tarde o temprano encaramos.
Aun dormido , inerte , silente , a la sombra de gris olivo , no me despiertes , tabuizada muerte.
La muerte , eterno tabú del que rehuimos ;y al que tarde o temprano encaramos.