domingo, 29 de julio de 2012

Cuerdo Quijote



Hubo un mar silente en medio de una noche aterida a mi yo consciente.

Hubo un cuerdo Quijote que deambulaba solo en remoto islote.

Hay una desnuda Dulcinea de ojos tristes , a la que tan sólo una vespertina espera la viste.

Hay un hidalgo que dejó de ser visionario , cuando el destino , vestido de amargo , pasó de largo.

Hubo sonrientes meninas que extendiendo una alfombra de espinas jaleaban a la locura en su despedida.

Hubo un virus letal que arrastró tiernos e inocentes sueños a un abismo infernal.

Hubo un purpúreo ciclón de instintos perdidos en casto laberinto.

Hay amordazados violines en una orquesta que en forma de ballesta apuntan con una sinfonía secreta a este pobre poeta.

Dulzura de piel y alma , ensambladas , siempre reticentes a la sombra de la nada.


domingo, 22 de julio de 2012

Lejano Abril




Te vi junto a un mes de Abril que dejó de existir.


Te vi con el hechizo selectivo de un guiño , con el mutismo electivo de un niño.

Te presentí tras un pasado mes de Abril , que tras las palabras de un verso sutil  , nunca quiso  a mi rincón venir.

Te busqué en los entresijos de un Abril  , que en equívoco momento me sollozó en silencio.

Te diluiste en un Abril  , que en componer fría sinfonía agotaba su energía.

Te hiciste invisible para mí en un Abril atrapado en las garras de una noche larga.

Como un mes de Abril huyes ,  te vas como las  fugaces nubes que del vacío de un Cielo oscuro rehuyen.

Como un mes de Abril que de verde viste   en oscuro eclipse, llamaradas de azufre en el ombligo de la noche fulgen.

Cuando el mes de abril se borra en el calendario , se trastoca hasta el orden del propio abecedario.

   




domingo, 1 de julio de 2012

Sonámbula aurora




Beso unos labios anestesiados que de una boca se alejan , como antaño   un paciente amante,en calurosa noche andaluza,cortejaba ante fría reja,mientras una cómplice Luna enarcaba sus cejas.


Busco los diseminados dados del azar en un cuerpo de piedra , mientras lechosas y espesas horas con dentelladas de tiempo devoran.

Huelo la fragancia de un desolado clavel blanco cuyo tacto de frío mármol hiela mis dedos exhaustos.

Quiero despertar en una madrugada que no pertenezca a nadie , quiero que mi balcón no esté preso en estrecha calle.

Ahora que vivo y no duermo , de un oceánico abandonado lecho , se exilia una sonámbula aurora.

Como debió silenciarse el irrefutable testimonio de un traidor testigo , hay tantos versos que callo y no escribo , como apuñaladas palabras que no digo.

Te he buscado en un millón de auroras ...y estás  aquí....ahora.