Cainitas huestes

Veo a lo lejos las cainitas huestes , envueltas en polvorienta nube de desamor y muerte.

Veo al general heridor que las guía  , como afilada espina en el rosal de un sacrílego día.

Veo refulgir sus cascos diamantinos  , desafiantes con lo profano y divino.

Veo sus negros galopantes corceles  , anhelantes de un mar de laureles.

Veo mi propia figura temblorosa  , metamorfoseada en mariposa que en el ángulo de un oscuro cuadro se esconde y reposa.

Veo a mi alma  , como petrificada estatua , en la vulgar comparsa de una derrotada esperanza.

Veo innumerables noches de mi esencia y mi existencia , dormidas sobre el colchón de la más estrecha de las conciencias.

Veo al alfarero destino entre montañas de arcilla , que con abatido gesto me cede su manchada silla.


Dice Miguel : ..No hay un corazón...sin carga o problema...ni uno solo herido de guerra....