¡ Cuántos errores cometidos ! ¡ Cuántos momentos de ilusión perdidos , de vida desperdiciada en océanos de nada !
Ahora, en este meridiano , en este ecuador no elegido , me siento perdido , deambulante en los entresijos de la memoria , en el columpio del olvido .
¿ Qué hacer? Temo a la soledad , esa sombra negra que hurga en mi instante , que sacude mis momentos . Temo a la muerte , no a la mía ; sino a la de aquellos que un día me echaron a la vida , que un día me dieron el ser , el existir . Temo su ausencia , su distancia , su marchar .
El tiempo se me va de entre las manos . Chorreones de instantes perdidos cubren mi alma llorosa , embadurnada de esperanzas e ilusiones perdidas .
No encuentro el afecto , el momento tierno en que descansar mi alma , el viento fresco que me empuje a dar mucho más de mí . Quiero dar y dar ; pero también alimentarme del recibir , de ese recibir que procede del “ Tú”, el pronombre personal más cercano y paradójicamente el más lejano ; al que mueren sin conocer muchos seres humanos .
Estoy condenado a la soledad , como decía el filósofo Unamuno: "a ser otro “.Condenado a ser una isla en un mar de ruido y prosa , donde la poesía parece estar exiliada , o haber sido fusilada como un poeta al amanecer .
Soledad , eterna palabra que esconde secretos , sólo fieles a ellos.
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